— Usagita... ¿No has visto a Ooki? — preguntó Mizuki mientras caminaban a la cede del Escuadrón 12.
— No he recibido noticias de él en los últimos 2 días. No crees que... — se detuvieron y la tensión en el ambiente aumento.
— ¿... Esté entrenando ( :D )? — rompiendo completamente con la tensión —. Ese Ooki, ¡yo quiero entrenar con él!
— Ay, Mizuki ¿Qué haremos contigo? — parecía ya acostumbrada a la bipolaridad de Mizuki —. Ahora en serio ¿Qué vamos a hacer?
— Bueno, tu no se. Vete a jugar por ahí ( \o/ ), yo voy a donde Mayuri y los otros a ver como van. Por cierto, tengo nuevas estrategias para tu Bankai.
— Sabes muy bien que nadie en estos mundo puede hacerme liberar el Bankai.
— Pero debes estar preparada; hazlo por mi ¿Sí? — puso una cara de encanto con sufrimiento difícil de rechazar.
— Esta bien, Mizuki — se rindió completamente a esa cara —. Nos vemos luego.
Caminando hacia el Escuadrón, Mizuki se encontró con Nanao. Esta, al verlo, no pudo evitar ponerse nerviosa y rígida.
— ¡Mu-muy buenos días, Capitán Comandante Mizuki Kurohi-sama!
— Nanao-chan... estas muy tensa — el "-chan" al final le recordó a Nanao alguien que en ese momento quería olvidar — ya se ¿Te gustaría acompañarme un momento? Tal vez un momento conmigo te calme los nervios ( ;D ) y además quiero jugar con unas cosas que están creando — su sonrisa iba de oreja a oreja
— No, no hay problema — Pero ¿Qué...? Un niño intenta seducirme... ¿Cómo alguien así llega a ser comandante?
Caminaron un rato y llegaron al nido de ratas donde los tres científicos hacían su trabajo asignado por el Escuadrón Zero. Los 3 estaban muy concentrados en unos artilugios en la mesa como para darse cuenta de su presencia. Su atención estaba dirigida a un objeto en particular. Algo parecido a un reloj... solo si querías tener un reloj de péndulo en tu antebrazo. Era alargado, tal vez de unos 15 centímetros; negro como el azabache y tenía unas esferas rojas, cuatro, repartidas por la parte superior. Un poco inquietante ese aparato. A Mizuki se le ocurrió una idea muy infantil pero que seguro lo divertiría. Pronunció unas cosas como un bakudo para aumentar el tono de voz unas 100 veces y tomó todo el aire que sus pre-adolescentes pulmones podían tomar.
— AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA —y gritó con tanta fuerza que el edificio amenazaba con caerse abajo.
— Pero ¿Qué demonios...? — Kisuke se sobresalto — Mizuki-kun, ¿Quieres arruinar el trabajo?
— Se supone que nadie puede entrar aquí — resaltó Mayuri.
— Estoy donde me plazca — esas palabras desbordaban tanto altanería como razón —. ¿Cómo van con el escudo?
— Sorprendentemente, es estable — dijo Kisuke —. Lo estamos repartiendo por la Sociedad de Almas en forma de pentágono y lo activaremos entre hoy y mañana.
— Que eficiencia — resaltó Mizuki divertido — y...
— Tres están listos — se apresuró a decir Szael, mirando de reojo a Nanao —. Logramos insertar la energía de Kurosaki Ichigo, Uryuu Ishida y Yasutora Sado, solo falta... — hizo una pausa mientras revisaba unos papeles — Inoue Orihime la cual no puede salir sin su-
— Perfecto; entonces, vengo en un momento por Inoue — interrumpió Mizuki sabiendo el resto de la información.
— No logro entender — pensaba Nanao —. Se me había informado que se levantaría una barrera para evitar que algo como el inconveniente de hace dos días pasara de nuevo; y según Kyouraku-taicho, los Ryokas no participarían en esto y por eso fueron encerrados en la Torre de Arrepentimiento... ¿Qué quieres hacer, Mizuki-sama?
Llegaron a la Torre más rápido de lo normal por que Mizuki iba por los "caminos verdes". Una vez abierto, saco a Orihime y tranquilizó a Ichigo con un "Estará bien" que ya se preparaba para atacar aun estando debilitado por las paredes de la construcción. Se montó a las dos en los hombros y con un solo shunpo llego a la entrada del escuadrón de nuevo. Se le veía ansioso. Mayuri ensancho aun más su permanente sonrisa al verlos entrar y le puso inmediatamente el dispositivo que no tenía ninguna luz roja encendida, la vistieron como shinigami y le extrajeron un poco de reiatsu para analizar. Inoue estaba muy confundida, pero aceptó todo sin replicar.
— Muy bien, ya que no tengo nada que hacer y ustedes tampoco ¿Me acompañan a otro lugar?
— Ehm... yo no se... Etto... ¿A donde? — preguntó Inoue mientras Nanao solo permanecía inerte.
— A la Dimensión del Rey a buscar a unos amigos — respondió con una sonrisa convencedora.
— Bueno si no toma mucho tiempo... — Nanao se veía interesada; Inoue solo asintió.
— De acuerdo. ¡A LA PUERTA SENKAIMON!
Pero en un lugar oscuro, lúgubre, húmedo, estaba una sombra recibiendo una información de alguien... Ooki.
— Planean una barrera... — salió una voz aguda, rasposa, y malvada desde esa sombra — como si eso pudiera hacer algo contra mi. Ooki, has sido de mucha ayuda los últimos mil años, seras recompensado.
— ¡Gr-gracias, Saigai-sama!
— Es hora de que mis hijos entren en acción...
No hay comentarios:
Publicar un comentario